RABAS A LA ROMANA.
Comprá los tubos vacíos y limpios. Pero ¡ojo! no te confíes. Dalos vuelta como una media y lavalos por dentro sacando las adherencias que quedaron porque al que los limpia no le pagan bien y entonces, como no se ven... Así que lavá bien por dentro los tubos, con agua sola y raspando lo que esté pegado. Y fijate si quedó algún pedacito de eso que llaman pluma, que parece un plástico finito y transparente.
Ahora cortá el tubo en aros de un poco menos de un centímetro. Meté los aros en un bowl y echáles sal, pimienta negra, ajo en polvo y perjil seco desmenuzado casi hasta hacerlo polvo con las palmas de la mano. Echáles harina y revolvé. Un poco no más, para que queden enharinados.
Hacé aparte una pasta densa y chirle con un huevo batido + 1 cucharadita de Royal, + harina + leche, (sal y pimienta) como si hicieras panqueques, pero más densa.
Echá los aros condimentados sobre esta pasta y revolvé para que se impregnen bien. Poné aceite a calentar y cuando veas que está caliente echá los aros, si querés y podés, de a cuatro o cinco, y después qeu caen en el aceite, ahí separálos para que no queden pegados. En los videos te muestran uno por uno, quieren que te vuelvas mono.
Dalos vuelta con una espumadera cuando estén algo doraditos y sacálos rápido sobre un papel absorbente.
Un tubo por persona.
Y dejá de pagar esas cifras siderales, la mayoría de las veces mal hechos, con mal gusto, mordiendo un pedazo de pluma, date el gusto en tu casa.
